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Irse la olla

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La expresión 'Irse la olla' se puede emplear en tres contextos:

  1. Cuando alguien actúa de modo distraído (Se me fue la olla y perdí el avión - Cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde).
  2. Cuando una persona dice tonterías o hace locuras (Vi a uno al que se la había ido la olla. Iba muy abrigado y con un paraguas abierto, cuando hacía 30 grados y lucia el sol). Es una expresión que es más suave que 'Estar loco'.
  3. Cuando una persona es olvidadiza ('Lo siento! Se me fue la olla y no recogí tu vestido de la tintorería').

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Es una expresión en que la palabra 'olla' se usa como símil de 'cabeza', por lo que es equivalente a decir: 'Irse la cabeza'.

Esta expresión tiene su origen en Francia, en el año 1739. La hija del rey Luis XV daba una fiesta de despedida pues se venía a vivir a España. El cocinero había prometido al rey la mejor sopa de ostra y bogavante que hubiera probado hasta entonces. Esto motivó que la expectación era altísima.

(NOTA.- Pulsa sobre cualquier imagen para verla a mayor tamaño y con su pie de foto correspondiente.)

El día de la fiesta y después de que el cocinero anunciara la sopa, este volvió a la cocina para poner la sopa en los platos e, inexplicablemente la olla, donde estaba cocinando la sopa, había desaparecido. Parece que algún ayudante de cocina, a los que el cocinero había tratado con especial dureza en aquellos días, la había hecho desaparecer. Esto nunca se pudo demostrar y la olla jamás apareció, ni siquiera vacía.

Totalmente enajenado, el cocinero volvió al salón y acercándose al rey le dijo riendo: “Majestad, se me ha ido la olla“. Luis XV, sintiéndose engañado y burlado por la risa del cocinero, montó en cólera y lo mandó arrestar. Mientras los guardias se lo llevaban fuera del palacio, el cocinero no dejaba de gritar de manera histérica “se me ha ido la olla, se me ha ido la olla“.

Expresiones similares son: 'Irse la pinza', 'Irse la perola', 'Patinar la neurona', ...


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