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Un año completo estuve viviendo en la ciudad de Nankín (China) trabajando el sistema de telecontrol de la autopista a Shangái.
¿Autopista? Bicipista diria yo, ya que sólo había bicicletas. Autos, poquitos, todos taxis y pequeñitos.
La vida en la China de finales del siglo XX, en general, me recordaba a la de España en la posguerra. Eran terriblemente pobres, trabajaban mucho por muy poco pero, eso si, eran enormemente felices. De lo más insignificante obtenian la máxima felicidad.
Debajo hay una galería de imágenes sobre China o ‘El País de las Bicicletas’.
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Mi hogar en el 'País de las Bicicletas
Fui a China como jefe del proyecto del sistema de telecontrol de la autopista Nankín-Shanghai (la autopista era para bicicletas ¡claro!) y el hotel de la 'afoto' (Holiday Inn de Nankín) fue mi hogar durante un año.
Recuerdo que un día cogí un taxi y como el taxista me vio cara de 'mister' (así nos llamaban a los que no teniamos los ojos achinados como ellos) y, siendo los conductores de taxi una raza que se comporta igual en todo el mundo, fue hacía el hotel y cuando estaba llegando el chofer comenzò a dar vueltas. Yo, que vi el hotel (entonces era el edificio más alto de la ciudad) y que, había aprendido unas pocas palabras en chino, entre ellas 'hijo de put ...' y la solté. Al escucharme, fue tan inesperado para él que frenó en seco, entonces, aproveché para bajarme e irme.
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