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A churro regalado no le mires el diente (Sobre ‘Los Churros’)

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'A churro regalado no le mires el diente', es un refrán sumamente usado, del que deriva otra frase coloquial, prácticamente desconocida, como es: 'A caballo regalado no le mires el diente', pero no voy a hablar de esos refranes, sino de esos frutos que se dan donde abundan las sartenes con aceite hirviendo, ¡sí!, me refiero a 'Los Churros'.

La forma de estos frutos es muy variada, desde los que tienen forma rectilínea o de un simple bastón a los que su forma es cerrada, de lazos o espirales. Su superficie tiene forma estrellada, y así debe ser, pues al freírlos el aceite sella la superficie exterior, mientras que la masa crece mucho con el calor. Si no tuvieran esta forma, que aumenta la superficie sellada, estallarían al expandirse la masa.

Los churros son populares en España, Portugal, Iberoamérica, Francia, Filipinas, Bélgica y algunas zonas de los Estados Unidos y, suelen consumirse en el desayuno o después de una larga noche de fiesta (sí el cuerpo la ha aguantado). En España es una tradición bastante frecuente dar, el primer día de enero, la bienvenida al Nuevo Año tomándolos con chocolate caliente.

Inicialmente se tomaban solos, o como un sustitutivo del pan por los pastores dedicados a la trashumancia, pero cuando Hernan Cortés trajo de Méjico el chocolate se popularizo el consumo junto a esta bebida caliente, para ser después sustituida por el café con leche.


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¿Dónde se empezaron a cultivar?-

Existen muchas versiones sobre el origen de este 'fruto de sartén', termino por el que se conocen todos los postres que se someten a un tratamiento con aceite muy caliente antes de ser servidos, tales como los buñuelos, la leche frita, ...

Primero, existe un gran parecido con el 'youtiao' chino, un pan frito muy típico de la cocina china, salado y que suele comerse de desayuno, como acompañamiento natural del arroz o la leche de soja. Desde China pudieron ser introducidos en la Península Ibérica por los portugueses.

Pero, es bastante difícil que el churro venga de China. En cierta manera, el churro, tal y como lo conocemos hoy, no es tan diferente de una receta de buñuelos hechos de harina y agua que ya se encontraba en un libro de cocina romano del siglo I a.C.

¿Y quién es el masculino de 'La churra' (la oveja)? Pues 'El churro'. Bien, ya sé que no es así, pero alguna relación si tiene con la historia española de este fruto, y es que otra teoría sostiene que los churros fueron inventados por pastores españoles para sustituir el pan fresco. La masa de los churros es fácil de producir y freír en un fuego abierto en las montañas, donde los pastores vivían la mayor parte del tiempo. Las rudimentarias tiras de esa masa al ser echadas a la sartén se retorcían tomando la forma de los cuernos de las ovejas churras. Y así se explica el origen del nombre 'Churro'.


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La famosa churrería madrileña de San Gines.-
En esta fotografía de la Plazuela de San Ginés  del Madrid de 1931, se puede apreciar al fondo y a la derecha de El Arco de San Ginés que da acceso al pasaje del mismo nombre, a  la actual Chocolatería de San Ginés, que entonces era una churrería (donde iba de pequeño a comprar para desayunar - Se me puede ver en la foto). A la izquierda de la fotografía la parte posterior de la iglesia de San Ginés.
Chocolatería de San Ginés

En Madrid, la churrería de San Ginés abrió sus puertas en 1894. En el Madrid del siglo XIX había buñolerías por todas partes, ya que era un tentempié muy solicitado por los madrileños. Valle Inclán se fijó en este establecimiento y lo nombró como 'buñolería modernista' en 'Luces de Bohemia'. La costumbre de tomar chocolate en Madrid es tan antigua como el descubrimiento de América, que fue cuando los españoles nos maravillamos con este producto. De hecho, el chocolate fue la bebida favorita de nuestras gentes hasta que en el siglo XX se impuso el café.


Cómo hacer churros en casa.-

Ingredientes:

    1. 250 gramos de harina,
    2. 250 gramos de agua,
    3. una cucharada aproximada de sal,
    4. azúcar para espolvorear,
    5. aceite de oliva o de girasol,
    6. papel absorbente,
    7. una churrera o, en su defecto, una manga pastelera con boca de estrella fina.

Preparación:

    1. Ponemos la harina en un bol, mietras en una cazuela calentamos el agua con la sal.
    2. Cuando el agua empiece a hervir la vertemos sobre la harina. Con una cuchara de madera integramos la harina con el agua.
    3. Introducimos la masa en una churrera o manga pastelera. Este paso es fundamental para que los churros salgan bien. La churrera compacta la masa y elimina el aire. Si no tienes churrera, la manga pastelera con boquilla en forma de estrella también sirve.
    4. Ahora hay que hacer las porciones de churros con la masa cruda sobre un paño de cocina en la encimera. En una forma de que se vaya enfriando la masa, (así no se estallan durante la fritura).
    5. Ponemos al fuego una sartén con aceite de oliva o de girasol.
    6. Cuando esté muy caliente introducimos las porciones de masa para freír. Si vas a hacer churros, la temperatura debe oscilar entre 195º y 200º C y en 230º C si te atreves con las porras. Hay que cocinar a fuego medio o se quedarán crudas por dentro.
    7. Una vez consideres que están fritos los retiramos a una bandeja con papel de cocina para absorber el exceso de aceite.
    8. Los servimos espolvoreados de azúcar.

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En el vídeo siguiente vídeo se realiza un recorrido a través del confuso e intricado origen e historia de este sabroso fruto llamado 'Churro', y se da una receta para su elaboración.

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